miércoles, 30 de mayo de 2007

AU REVOIR, SEGOLENE por Isabel Coixet


Desde Margaret Tatcher, ha habido muy pocas mujeres primeras ministro en Europa: en Irlanda, en Noruega, en Lituania, en Alemania , en Finlandia , en Islandia, y seguro en algún otro sitio que me olvido. Es curioso que cuando la gente se refiere a Margaret Tatcher además de llamarla “dama de hierro”, siempre se añade el comentario que la Tatcher era prácticamente y a casi todos los efectos “un hombre” .

La reciente derrota de Segolène Royal es un frenazo ( como ocurre a menudo cuando hablamos de logros de mujeres) para todas las mujeres europeas que aspiran a una carrera política. Las mujeres que se presenten a las elecciones en los años venideros deberán oír hasta la saciedad hablar de la derrota de Royal . Y supongo que muchas verán con desaliento como esa derrota se utiliza para frenar sus aspiraciones.

Despues de las últimas elecciones francesas, los periódicos del mundo se dedican a analizar con lupa las razones por las que los franceses han preferido a un colérico minibonaparte que a una mesurada y equilibrada madre de cuatro hijos. La mayoría hablan de la falta de un claro discurso político por parte de Segolène Royal, de una dispersión de objetivos, de luchas internas en su propio partido, de la “coherencia” de Sarkozhy ( aquí una nota frívola que no puedo evitar ¿se dan cuenta los franceses que el vaivén doméstico de Sarkozhy con esa mujer que tiene que viene y va de Club Med en Club Med y de amante en amante le va a quitar un montón de tiempo a la hora de gobernar el país?, en fin, supongo que despues de Miterrand ya nada les sorprende)
Yo no soy un comentarista político y mi conocimiento de ambos candidatos se limita a la lectura de la prensa y a ver en televisión el último debate político transmitido de ambos. En ese debate Sarkozhy elevaba la voz a la primera de cambio y su programa era una reedición del de Giscard D`Estaing, o sea lo mismo de siempre aderezado con unas cuantas cosas muy raras sobre el control de los delincuentes “desde la cuna”, mientras que Segoléne se mostró enérgica pero calmada y expuso unas cuantas ideas sobre la familia, el medio ambiente y la convivencia de culturas diferentes ,que por sí solas hubieran impulsado mi voto, en fin….

Nadie va a quitarme de la cabeza que Segoléne Royal ha perdido las elecciones porque es una mujer y que Sarkozhy ha ganado porque no es una mujer.

1 comentario:

Isabel chiara dijo...

Estoy de acuerdo contigo. Cuando una mujer llega -o intenta llegar- al ámbito de poder considerado exclusivamente masculino, o se la insulta y menosprecia (de Margaret Tatcher decían que meaba de pié) o se la quitan de en medio porque la consideran compasiva, sensible, responsable, rigurosa con sus principios, tolerante, etc. toda esa retahila que se empeñan en colocarnos encima de forma peyorativa, sin apreciar realmente la grandeza de estas cualidades que, unidas al resto, nos hacen más cualificadas cuando se trata de afrontar inteligentemente un cargo de gobierno.
Yo no simpaticé con Tatcher, pero me molestaba la ridiculización de su persona sólo por el hecho de ser mujer. Y mira que hay presidentes de gobierno de chiste como para hacer bromitas.