El tiempo pasaba, y no había respuesta, así que me interesó mirar el tema que me apasionaba del maltrato a la mujer en nuestra sociedad, desde el lado femenino de la víctima me adentré en los sentimientos de “ellas”, y me admitieron en un centro de acogida para mujeres maltratadas, y allí entrevisté a 8 mujeres, y grabé solo el audio. Con ese montaje de audio, y la experiencia innombrable de las situaciones (que por una parte vivieron las maltratadas, muy diversas, y por otra la experiencia del desapego forzoso en el que estaban) me marcaron a todos los niveles.
Al realizar “El Túnel”, lo envié a Madrid, como último intento para que notaran mis intenciones de documentar los hechos de una manera nada ”televisiva”. Aparentemente el corto documental les gustó, y me dieron el visto bueno a entrar a la cárcel para entrevistar a penados después de casi tres años de buscar una forma de entrar.
Comencé con las visitas a la cárcel, el acercamiento a los sicólogos y educadores de los presos, que algunos(y supongo que por otras experiencias, y con razón) me miraban con desprecio, y como bicho raro, también la amabilidad de alguno me sorprendió. Lo cierto es que al elegir a los penados con quienes querían hablar, me di cuenta de mi optimismo al haber creído en la facilidad de llegar a un asesino, que no era, en ningún caso posible, (por lo menos en Picassent).Pasaron los meses, y por fin conseguí llegar con un cámara y mi productor Francesc Fenollosa, a realizar las entrevistas.
En esa mañana hicimos dos encuentros, de dos personajes de planteamientos contrarios en cuanto a las razones de su pena en prisión.Al día siguiente volvimos, pero para mi disgusto, me llevaron a las altas esferas, llamada del innombrable director del centro penitenciario, para pararme los pies. Me contó de todo, que era muy ambiguo el permiso de Madrid, etc, etc., el caso es que me tuvieron parada otro mes, hasta que me negaron la próxima entrada.
Aproveché lo poco que había grabado en esa mañana, para montar esos 6 minutos, y otros 10 más. Y ahí quedó“Laberinto de prisiones”.No descarto, que en cuanto acabe el largo que ahora llevo entre manos, que no tienen nada que ver con el tema del que hablamos, volveré a retomar el proyecto, e intentaré por otros medios, acabar una hora de documental sobre las bases emocionales que llevan a un hombre a permitirse maltratar a una mujer, y no me refiero solo los golpes.
Os agradezco vuestro interés.
Lidia Martín Merino
Lidia Martín Merino
2 comentarios:
Lidia me parece admirible el tesón y la valentía que demuestras con tu empeño en sacar este proyecto adelante. Tu historía es también una buena película. Suerte!
Como sabes muy poco a poco te vas fijando en mi retina y como es normal el interés por tu trabajo es creciente, personas como tú son deseables en nuestro entorno si por lo que haces pero sobre todo por lo que eres
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